miércoles, 4 de febrero de 2015

Costes indirectos los grandes olvidados.- Asesoría Contable en Barcelona


Los costes indirectos que se generan, en muchas empresas pasan desapercibidos o no son bien valorados como aquellos que de una manera no directa influyen al final en nuestras cuentas de resultados. Generalmente nos centramos mucho más en los costes directos sin darnos cuenta que estos segundos a veces llevan a la economía de la empresa a una situación insostenible.- Asesoria Contable en Barcelona

Nosotros ya controlamos, muy bien, los costes directos, los importantes, lo otro ya… Ésta es una frase que hemos escuchado en diversas ocasiones. Pero que, con frecuencia, encubre un gran peligro. En muchas ocasiones, los costes indirectos alcanzan un valor económico elevado y son, porcentualmente, importantes en el total de los costes de la empresa. Dejarlos de lado, campando a sus anchas, puede deteriorar mucho las cuentas de resultados. Y, además, ¿de qué vale controlar hasta el último gramo de mercancías y materiales o el trabajo del personal obrero al segundo, si después queda libre de control todo lo demás? Los indirectos se pueden comer los márgenes empresariales y triturarlos. Pueden hacer pasar los costes de explotación a números rojos y muy rojos sin apenas enterarnos. 
Y aquí hay que evitar otro tipo de conducta de la dirección o de los mandos. Nos referimos al control que, en ocasiones, se hace de pequeñas partidas de costes indirectos. Así, a veces, los folios de papel, los bolígrafos o los vasos de agua de plástico son vigilados, seguidos y guardados con el mayor de los rigores. Y nada más. Es fácil comprender que esto es el chocolate del loro. Todo hay que controlarlo, pero con sentido común. Todo influye en alguna medida, hasta esa luz del pasillo encendida todo el día, quizás innecesariamente. Pero hay que hacer un plan global de control que abarque todo el espectro de los costes indirectos. 
En definitiva, que hay que extremar el cuidado sobre estos costes y seguirlos minuciosamente, dada la tendencia, muy extendida, de que se escapen de control y se expandan en todas direcciones. Y es buena medida, responsabilizar a quien está al frente de cada departamento, área o sección de la empresa, de los que corresponden a su esfera de responsabilidad y mando. ¡Que cada uno cuide de sus indirectos!. Así resultará más fácil el control global de la totalidad en la empresa. Y lo agradecerá su cuenta de resultados al final del ejercicio. 



Fuente: Manuel Diaz Aledo

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